Pronto llega la Navidad que para los que amamos el ballet es sinónimo de Cascanueces. Revisitemos alguna de sus características y conozcamos nuevos datos sobre este mágico ballet.

La música del ballet fue creado por Tchaickovski y la coreografía por Mario Petipa pero vayamos más profundo y veamos algunas especificidades de esta icónica y clásica obra.

Este cuento fantástico apareció por primera vez en Berlín en 1816 bajo el nombre de Cascanueces y el Rey de las ratas de Ernst Theodor Amadeus Hoffmann. En 1844 conoce una adaptación francesa por Alexander Dumas padre, de esta adaptación se inspira Marius Petipa en 1892 para crear la primera versión coreográfica de Cascanueces en el Teatro Marinski de San Petersburgo.

Cuando Mario Petipa, coreógrafo de los Teatros Imperiales de San Petersburgo se ampara del tema de Cascanueces su ambición es, según leemos en el teatro de mano de la Opera de Paris, de hacer un divertissement para las fiestas de fin de año a las cuales deben asistir el zar Alejandro III y su familia.

Petipa también se apoya de la versión de Dumas que le permite agregar un segundo acto para dar mayor lugar a la danza.

“El segundo acto de Cascanueces es como una gigantesca confitería y dulcería músical. En San Petersburgo había una tienda de este estilo, El Eliseievski. Había inmensas vitrinas, piezas dignas de un palacio de altos techos, con arañas impresionantes que se parecían casi a la del Teatro Marinski. La tienda vendía golosinas y frutos del mundo entero, diríamos “El Palacio de las Mil y una Noche”. Yo pasaba seguido delante de sus vidrieras. Todo lo del segundo acto se parece a un gran bombón o caramelo sabroso. La Madre Gigogne y las polichinelles sob un juguete. El hada es un terrón de azúcar y las gotas rosadas son de azúcar. El bufón es un bastón de caramelo”, describe Georges Balanchines en el capítulo Variaciones sobre Tchaicovkis en Conversaciones con George Blanchine de Solomon Volkov.

Cuando en 1985 Rudolf Nureyev crea su Cascanueces, se inscribe en la tradición coreográfica rusa pero renueva su visión idílica reconectándose con la extrañeza de la historia hoffmanniana. La extravagante historia de las muñecas de la adolescente culpabilizada por sus deseos femeninos nacientes.

Arbol de Navidad en la Opera Garnier, Paris, Francia.

Hoffmann con su cuento inaugura en la literatura, una nueva escuela de la mirada invitando al lector a la pequeña Marie (o Clara en el ballet de Petipa) a sus viajes entre lo real y lo fantástico. Da forma a un espacio imaginario donde se tocan sueños y pesadillas, luces y profundidades del alma, seguimos leyendo en el texto de mano de la Opera de Paris.

Cascanueces puede ser leído como un cuento de sombras replicadas donde los sueños de infancia son perturbados por la marcha del inconsciente. La versión de Alexandre Dumas es por el contrario más próximo de los cuentos de Navidad que toman de las tradiciones populares sus resortes narrativos.

Obra de Gerry Brakus.

“La mayoría de los niños se apoyan en los recuerdos de los padres para reconstituir los episodios de su joven historia. Pueden contar con cuentos tranquilizadores que consuelan. Más tarde cuando ellos rememoran este periodo se acuerdan y tienen un recuerdo lógico. Nada de esto me pasó. Yo no me acuerdo de haber visto a mi padre antes de mis ocho años. Y mi madre tenía sus propios problemas vitales que resolver sola. Yo no tengo imágenes y recuerdos lógicos pero más bien son como visiones sombrías y abruptas que no me abandonan.”, Rudolf Nureyev en Autobiografía publicado por Arthaud, 2016.

Artistas de la Opera de Paris saludando luego de la representación de Cascanueces de Nureyev, año 2023.

Copos de nieve, flores y paisajes encantados forman el decorado de una coreografía espectacular. En el medio, soldados de plomo, ratas y muñecos de talla deforme, el mundo de la infancia deviene ballet. En la versión de Nureyev se ven a los mayores con cabezas enormes, deformes, como monstruos, como irreconocibles. La visión de la niñez de Nurevev se ve reflejada con este recursos de grandes mascaras deformes, adonde no se ve con nitidez a esos padres causando mismo miedo. Los sueños y pesadillas de Clara son acompañados por la partitura de Tchaikovski. Esta música acompaña la visión de Clara en las cuales sus padres y sus invitados son transportados a rincones lejanos demostrando extrañeza y a la vez ganas de conocer nuevos lugares.

Con esta nota quería aprovechar y desearles una muy ¡Feliz Navidad a todos los lectores de Dancing For Life Ballerina, muchos deseos de felicidad, danza, amor y alegría!! Que en estas navidades puedan ver Cascanueces con ojos de niños que disfrutan de la grandiosidad de la música y coreografía creada por grandes artistas! ¡Felicidades!!!

Love, Valeria