Tous à l´Opéra en la Opéra-comique
Las mujeres compositoras de la historia
(Por Valeria N. Bula)
« No hay nada que ponga por encima del placer de producir, que me guste más, aunque solo lo hiciéramos en las horas de olvido de nosotros mismos, en la que solo respiramos a través de los sonidos”, expresa Clara Schumann (esposa de Robert), en su diario, 1853. Aquí Clara expresa su amor por la música, su pasión por la composición, su placer al escribir con un fervor en el que declara su deseo de poder escribir a la par de su marido, pero ella se verá impedida por su condición de mujer y sus labores en la casa y el lugar que se le adjudica a la femineidad en la época.
Techos con mujeres vestidas de celeste, violines, flores blancas con detalles dorados, apliques con rosas rococó, cortinas rojas, otro de los murales que forman parte del decorado con mujeres con vestidos blancos y una muselina en rosa, y otro con una mujer en los jardines tocando el violín! Fue aquí, en la rotonda Mariveau de la Ópera Comique que se eligió para realizar la exposición sobre las mujeres compositoras de óperas tituladas: “La paridad en la música” en el marco de “Tous a l´Opéra” organizado en conjunto con todas las óperas nacionales que tuvo lugar este fin de semana.
Subimos por las escalinatas de la Ópera Comique hasta el foyer, el lugar adonde los espectadores se encuentran en el entreacto, en su época allí se organizaban grandes bailes para que los jóvenes de la burguesía se encontraran. Luego entramos en la rotonda mencionada adonde tenía lugar nuestra exposición (para el que teníamos entrada) para Tous a l´Opéra. Con la exposición, “La paridad en la música” se pretendía visibilizar a las mujeres en la música a través de la historia. Muchas de sus partituras fueron perdidas, muy pocas resistieron al paso del tiempo. En el siglo XXI las condiciones para las mujeres comenzaron a cambiar, pero antes, el lugar de estas estaba en la casa con sus hijos. Vemos como los hombres y la prensa de su época se empecinaban en remarcar cuál era su lugar en la sociedad, también decían que estas no tenían alma, ni gusto, ni pasión para inspirarse para la música y que la ópera y la música no era lugar para ellas.
Así, aquí se pueden escuchar pasajes de su música, sus llantos, sus suplicas por poder hacer lo que aman, también sus palabras representadas por actores y actrices y lo que me pareció muy bello fue la parte en que se nombraban a cada una de las compositoras, con nombre y apellido, reconociéndolas, dándoles el lugar que merecen.
Esta creación sonora presentó una mezcla de 20 piezas de compositoras tales como: Beatrice De Die sola trovadora que se haya encontrado una partitura entera con música y palabras; Hildegard Von Bingen, abbesse muy influyente en el Medioevo y en política, en ciencias y música; Vittoria Aleotti compuso el madrigal final entendido en la creación sonora de la expo; Francesca Caccini es la primera a tener escritas óperas que fueron representadas y reconocidas y fue una gran estrella en Italia; Elisabeth Jacquet de la Guerre, gran estrella del siglo XVII, siendo una prodigio y protegida de Louis XIV y compositora de la corte de Francia; Fanny Mendelssohn genio musical del siglo XIX queda en la sombra de su hermano Félix Mendelssohn; Pauline Viardot gran estrella del siglo XIX gran cantante y compositora; Mel Bonis gran pianista y compositora vanguardista francesa de principios del siglo XX. Luego se nombran a Lucia Quinciani, Harriett Abrams, Cécile Chaminade, Rebecca Clarke.
Veamos cuales son algunas de las palabras expuestas en la exposición, por ejemplo el padre de Fanny Mendelssohn, Abraham Mendelssonh le escribe una carta a Fanny en 1820 y le recuerda su lugar como mujer en la sociedad y le hace prometer que no ocupará la música ningún lugar en su vida, que ella no debe pensar en esto, que solo lo debe tomar como un pasatiempo, estas son cosas para hombres le enfatiza, por eso su hermano Félix si va a poder hacer de la música su profesión: « La música devendrá sin duda para Félix un trabajo, mientras que para vos Fanny, no puede y no debe devenir que un pasatiempo y jamás el elemento determinante de tu ser y de tus actos.(…). Persiste en esta disposición y en esta conducta, estas son femeninas y solo lo que es femenino hace a la aprobación de las mujeres”.
Así las cosas, su hermano Félix Mendelssohn le escribe a su amiga, Mme Kléné una carta en 1835 diciendo lo siguiente: « Me da pena que ella no pueda trabajar la composición tan asiduamente que antes de su casamiento, porque Fanny compone muchas cosas y claramente des lieder allemands que son parte de lo que tenemos de mejor en este género, sin embargo por otro lado es bueno que el hogar la colme de alegría porque una mujer que lo negligée – que sea por la pintura al olio, la rima o el contrapunto doble- me recuerda siempre involuntariamente lo griego de las mujeres sabias y eso me asusta. No es gracias a dios el caso de mi hermana”.
En 1839 Fanny Mensellssohn parte con su marido a hacer un viaje de un año por Italia. Este será el año más feliz de su vida. Allí ella pudo realizarse musicalmente, tocar, escribir, ser entendida y reconocida. En su diario de viaje de 1840 Fanny escribe: “Verdaderamente, no sabríamos tener mejor público. Escribo mucho en este momento; nada me estimula más que ser reconocida mientras que la crítica me desmotiva y me aplastan”. Estas citas son encontradas en la obra de D. Roter en Les femmes et la création musicale. Les compositrices européennes du Moyen Age au milieu du XX siecle. Paris, L´Harmattan 1998, p.115-159.
En cuanto a Clara Schumann, esposa de Robert Schumann se convence que la música no es para la mujer y no es entonces para ella, que en un tiempo creyó que sí pero se dio cuenta que no eran así las cosas y lo expresa de esta forma: « En un tiempo creía poseer los talentos de la creación pero cambié de idea, una mujer no debe pretender componer – ninguna pudo hacerlo, y eso debería ser mi suerte? Esta sería una arrogancia que solo mi padre me supo dar en otro tiempo”, se culpa y se auto convence.
« Mi piano pasa de nuevo al segundo lugar, siempre es el caso cuando Robert está componiendo. Yo no tengo ni siquiera una hora para mí en todo el día! Si solo pudiera no retroceder demasiado”. Clara Schumann, Journal, 1839 et 1841. « No hay nada que ponga por encima del placer de producir, aunque solo lo hiciera en las horas de olvido de nosotros mismos, en la que solo respiramos a través de sonidos”. Constantando en 1853 que ella estaba encinta por décima vez ella escribe totalmente exhausta: “Mis bellos años se van y mis fuerzas también. Estoy tan desmotivada que no encuentro palabras para decirlo”. Clara Schumann, Journal de 1853.
Robert se da cuenta de esto y entonces escribe: « Clara escribe una serie de piezas de una delicadeza y de una riqueza musical que ella no había nunca alcanzado. Pero componer y tener hijos y un marido siempre delante de sus fantasías no van juntos. Le falta ejercicio sostenido, y esto me conmueve porque se pierden tantos de sus pensamientos más profundos que ella no puede realizar”. Citados por D.Roster en Les femmes et la création musicale. Les compositrices européennes du Moyen Age au milieu du XX siecle, Paris, L´Harmattan 1998, p 172-179.
« Esta opinión que negaría a la mujer por naturaleza de poder escribir para la ópera, condujo a los contemporáneos a pensar que las mejores partes de la Esmeralda no estaban escritas por Louise Bertin. A pesar de que Berlioz, quien apreciaba su partitura, lo desmintió, todo el mundo pensaba que el aire de Quasimodo no era de Bertin pero de Berlioz”. Esto apareció en Histoire de…Les compositrices (20) en France, début XIX. Un podcast de France Musique, 2015.
« Una mujer cualesquiera sean sus aptitudes, su energía y su courage no llegará jamás a esta fuerza de moderación que exige el gobierno de la orquesta. Su naturaleza misma se opone. Su cara graciosa se arrugaría por esta pena. Sus sienes blancas se marchitarían en este trabajo ingrato…Ahora con las cualidades reales que no nos gusta reconocerles y sus destellos dramáticos que atraviesa sus partituras, la señorita Bertin está ella destinada a componer para el teatro? Por otra parte es el trabajo de una mujer sobrellevar las tempestades de la orquesta y de dirigir al coro? La música de las mujeres no tiene otros inteprétes que la voz y el piano: ellas toman de la música el perfume, la melodía, ellas respiran la flor sobre su tallo. De otro modo, si lo hacen como los hombres sus dedos delicados sangrarían pronto”, esto se puede leer en H.W De la musique des femmes – La Esmeralda. Revue des Deux Mondes, période initiale, tome 8, 1836, p.611-625.
Por su parte ya conocemos la opinión de Jean Jacques Rousseau sobre las mujeres, y explica y refleja un poco el ambiente y opinión de la época con respecto al lugar que debía ocupar la mujer, todos los hombres en general decían y opinaban lo que una mujer debía hacer o no hacer. En esta exposición se mostró así en este sentido los pensamientos de Rousseau (representante destacado de la época de la ilustración y quizás lo que vendría después, el romanticismo) con su Émile de 1762 : « Toda la educación de las mujeres deben ser relativas a los hombres. Gustarles, serle útiles, hacerse amar y honorar por ellos, educarlas jóvenes, curarlos, aconsejarlos, consolarlos, hacerles la vida más dulce, aquí estos son los deberes de las mujeres de todos los tiempos, y lo que debemos enseñarles desde la infancia”.
O aún más, en una carta dirigida a M d´Alembert en Lettre sur les spectacles. Tome VII de l´Encyclopédie, 1758 encontramos que declara pensar: « Las mujeres en general, no aman ningún arte, no conocen ningún genio. Solo pueden tener éxito en las pequeñas tareas que no demandan más que la ligereza de espíritu, del gusto, de las gracias, a veces mismo la filosofía y el razonamiento. Pueden adquirir la ciencia, la erudición, talentos y todo lo que se adquiere a fuerza de trabajo. Pero ese fuego celeste que calienta y abraza el alma, este genio que consume y devora, faltarán siempre en los escritos de las mujeres: que son fríos y lindos como ellas; tendrán tanto espíritu como ustedes quieran, pero jamás alma; ellos eran cien veces más sensatos y apasionado, ellas no saben ni sentir, ni describir el amor mismo. La sola Sapho merecen de estar exceptuadas”.